miércoles, 9 de octubre de 2013

Retazo 38.

La vida no está hecha para los que aman la eternidad. Jamás fue moldeada para los impacientes, para los que intentan adelantar al resto, para los que no saben apreciar una puesta de sol escondiéndose lentamente tras el horizonte. Este regalo fue dado para los que saben aprovechar cada momento, para los que saborean los segundos, para los que su sonrisa es capaz de tener la fortaleza suficiente para enfrentarlo, para los que dejan sus huellas en la arena sin temor a ser borradas, para los que dejan un recuerdo en alguna pequeña parte de este mundo tan grande. Para los que cada suspiro cuenta como una señal de que estuvieron allí, para los que no se limitan a rozar sus sueños con los dedos, para los que el brillo de una mirada cuenta más que el sonido de un puñado de palabras, para los que consideran que un abrazo es el mejor refugio. Para aquellos que sepan disfrutar de las risas de sus amigos, de los besos de sus padres, de los éxitos de sus hermanos, y las enseñanzas de sus abuelos. Para los que viven al máximo, para los que no se detienen en arrepentimientos, para los que aprenden de los errores. Para los que, cuando llegue su fin, abandonen con el siguiente pensamiento:


‘’Repetiría una vida más’’



Christina.