viernes, 2 de marzo de 2012

Retazo 20.

Tus ojos se quedan observando fijamente al cielo. No te recibe una mañana gris y desoladora, el azul y las nubes dispersas te abren paso y los rayos del sol atraviesan los cristales de tu ventana,  llegando  hasta tu piel, acariciándola y transmitiéndote calor. Pero apenas lo notas, no es ese tipo de calor que necesitas. No te apartas, te quedas allí, perdiéndose tu mirada carente de brillo hacia el horizonte, tus oídos en  los sonidos del tráfico, de la rutina, de las personas hablando, y de las gaviotas surcando tu casa. No estás allí, tu cuerpo por ahora se ha convertido en un  recipiente, es un muñeco que no es capaz de moverse. Tu mente se ha ido desde hace días, tu alma está encogida, y el tiempo pasa sobre ti tan lentamente, que ni apenas te has dado cuenta. Tus labios empiezan a resecarse, tus ojos solo parpadean cuando lo necesitan.

Estás ausente.



                                                                              Christina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario